En esta última entrega de la temporada, me doy más vueltas que Jesucristo falto de clavos. Profundizo un poco en la vergüenza al desnudo y a la equivocación, en el arrepentirse y sentirse mediocre
Las cartas del abuelo que cruzó el mar para buscar lo que perdió en su infancia, y las memorias de una enamorada que espera a alguien en la orilla sin saber si llegará algún día (y no, no es la canción de Maná).
Memes psicoanalíticos y un tour por mi inconsciente. Sueños zoofílicos con caballos, el horrible edificio del frente y la masturbación de socializar el arte.