En la categoría de "largometrajes que pudieron ser un corto" queda el nuevo documental de Natalia Brushtein Erenberg. En esta cinta la directora y su equipo exploran un pequeño pueblito, mientras sigue la vida de algunos miembros de sus comunidades en una comunidad que se está quedando poco a poco sin gente debido a la migración, y a que los que se quedan, con la edad y el paso del tiempo, pues van falleciento.

La historia podría ser interesante si hubiera una historia qué contar más allá del registro en cámara lenta de un fenómeno muy presente en varias comunidades. Esto no le quita mérito, pero o hay algo que le de una justificación y despierte el interés por parte de la audiencia.


En la narrativa se busca incluir elementos que puedan ayudar a tener algo circular pero no se logra. Tal vez no se tuvo la oportunidad de conocer a alguien que sirviera como ancla y esto se qeuda más cercano a una muestra estadística que a una historia que valga la pena contar.


El documental se presentó el sábado 8 de Junio en la Cineteca FICG, y se podrá ver el domingo 9 en el Cineforo y Lunes 10 en Cinépolis Centro Magno.