Tercer y último actor asiático-americano que homenajea la izakaya durante el mes de mayo.

En este caso se trata del actor coreano-estadounidense Philip Ahn, hijo del héroe nacional coreano Ahn Chang Ho. Un legado que hace que la figura de su padre sea conocida por todos los coreanos, pero que la labor de Philip como actor apenas sea reconocida por unos pocos cinéfilos.

Compañero de instituto y amigo de Anna May Wong, ambos compartieron pantalla en dos películas, "The daughter of Shanghai" y "King of Chinatown". Ambas pudieron haber sido el ejemplo a seguir a la hora de rodar historias con protagonistas asiáticos, pero ni la época ni las productoras lo permitieron.

Un actor que durante la Segunda Guerra Mundial se especializó en papeles de malvado japonés y que pasada la guerra tuvo que recurrir a las series de televisión para mantener su carrera a flote.

Y un hombre que trató de continuar la misión de su padre para ayudar a Corea a ser un país con un peso específico, pero que se encontró con una situación política que no le permitió llevarla a cabo.

¿Qué hubiera sido del cine coreano si Philip Ahn hubiera podido establecer una colaboración directa entre las grandes productoras de Hollywood y Corea? Nunca lo sabremos.

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