Aunque habitualmente la arquitectura es arquitectura y no arte, hay momentos en los que si es. Esos momentos tienen que ver con las cualidades superlativas del objeto y por una forma de comprender el fenómeno artístico.
La riqueza de la filosofía se define por la interactuación de la mirada y el pensamiento del observador, lo mismo pasa con el arte y la arquitectura. Esencia y fenómeno, interactuando dialécticamente. Podríamos decir, todo es arte. El objeto específico del arte está constituido por las actitudes estéticas del ser humano frente a la realidad, en cuyo eje figura como portador de relaciones estéticas....