Nos sinceramos de cómo muchas veces aprender a decir “si” implica tomar más riesgos y no quedarnos patinando en los pensamientos. Poder salir de nuestra zona de confort y permitirnos vivir experiencias que nos llevan a aprender algo nuevo. Decir si en tu vida, es poderte escuchar mejor y encaminarte a conocer nuevas partes de ti.