¿Qué se le ha secado en su vida? ¿El cariño, el amor, la juventud? Jesús le dijo a una mujer que “el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna.” Reconozca a Dios y goce de la abundante vida que él ofrece