Quizás seas buena, amorosa, cariñosa y cuidadora (como yo). Pero cualquiera da rienda suelta a eso cuando sus heridas lo relacionan con sumisión, poca dignidad, desvalorización y peligro.
Y te añades capas de dureza. Y no regalas nada. No eres la Madre Teresa de Calcuta.
Pero te pasas de la raya.
Y quieres a personas empáticas, amorosas y buenas (como tú), aunque esa esencia la hayas guardado en el baúl del sótano y tú no la saques.
ERROR.
Si quieres ahondar más, aquí te dejo mi clase online gratuita CÓMO CONSTRUIR RELACIONES QUE CUAJEN SIN DEJARTE LA PIEL. Porfa, ¡mírate el vídeo! Lo que te cuento ha cambiado mis días (y mis relaciones).
Ojalá te ayude a volver un pelín más a ti.