13-11-2023
"Hay que reconciliar a España con la izquierda y a la izquierda con España" - Guillermo del Valle
La deriva de la falsa izquierda es el abandono de la igualdad y la ciudadanía común llevado al extremo. Por eso, frente a la nación política basada en principios democráticos y universales, se defiende la tribu identitaria y la fragmentación, el particularismo y la desigualdad.
Es una deriva con implicaciones materiales y socioeconómicas. Descompone lo común, sirve para desmantelar aún más los servicios públicos, debilita y fractura al Estado, pone barreras entre trabajadores, poniendo por encima las identidades a las personas. Deja indefensos a los trabajadores ante las fuerzas globales del mercado, levanta fronteras étnicas, aleja el ideal de emancipación colectiva.
El nacionalismo es la guerra, dijo Mitterrand; cabría añadir que también el odio étnico, el dramático recuerdo de los Balcanes, el racismo, el supremacismo y la xenofobia. La extrema derecha.
Es también la secesión de los ricos.
A las oligarquías financieras cierto secesionismo les puede parecer admisible (competencia entre paraísos fiscales, dumping laboral, menos poder político). A los más débiles esta delirante competición de separación les lleva al precipicio.
Necesitamos una izquierda de la igualdad y lo común, que defienda la unidad de España, una España social y justa, en la que desde las instituciones y el Estado se atienda el bienestar y las condiciones de vida de millones de personas hoy vapuleadas por la desigualdad, que apueste por la solidaridad, que reclame la noción de ciudadanía frente a las identidades diferenciales, y que combata sin complejos cualquier nacionalismo.