¿Creéis que podemos hablar de iglesia tecnológica, o son dos elementos que se repelen como el agua y el aceite?
Yo siempre he oído que la Iglesia es la institución más longeva de la historia gracias a que ha sabido arrimarse al poder que en cada momento “partía el bacalao”. Por ello tiene más de 2.000 años de historia, y lo que le queda. Ante este razonamiento me he planteado una variante. ¿Cómo se lleva la iglesia con la tecnología? ¿Ha sabido adaptarse a las novedades de cada tiempo o se mantiene anclada en el pasado?
¿Qué tal? Soy Amador Cámara, elPeriodista de Yslamac.es, y en este #Report de junio de 2024 para La Ysla de los Macníficos vamos a analizar precisamente eso, la adaptación, o no, que la Iglesia ha ido haciendo a lo largo de los años y de los siglos a los avances tecnológicos que marcaban cada época.
No me equivoco si afirmo que nadie discute la habilidad histórica de la Iglesia en arrimarse al poder dominante en cada momento. Pero yo creo que la clave de su éxito no ha estado sólo ahí, también en el hecho de poder forjar su propio poder. Y eso lo ha hecho con la ayuda de la tecnología dando lugar a una iglesia tecnológica que hoy es más tecnológica que nunca.
Una iglesia tecnológica de primer nivel
El uso de la tecnología por parte de la Iglesia es brutal. Por supuesto se usa luz eléctrica en lugar de velas, así como micrófonos y altavoces, pero eso es algo que hemos hecho todos para mayor comodidad propia: en nuestras casas, en los colegios, en los estadios de fútbol...
Pero hay otros ámbitos en los que la iglesia tecnológica ha sabido acoger la evolución de las cosas para financiarse. Qué decir de los cepillos electrónicos, de los lampararios con bombillas que imitan velas, de las "monedas souvenir" o de esos elementos que, para verlos, hay que depositar una moneda en algún aparatejo.
Esta es mi teoría, la que cuento en el podcast apoyada en ejemplos que todos podemos ver hoy día con sólo entrar a cualquier iglesia.
¡¡Y qué decir de esas redes wifi que encontramos en algunas iglesias, las retransmisiones de eventos religiosos a través de las televisiones o, por ejemplo, la cuenta de X del Papa Francisco con 18,5 millones de seguidores. (Por cierto, ¿sabes a cuántas personas sigue el Papa? A 63. ¿Quiénes serán?).
Ese tipo de cosas no generan dinero directamente pero sí que consiguen poder, poder para esta iglesia tecnológica que es maestra en todo cuanto se ponga.
¿Estás de acuerdo conmigo? Espero tu feedback.
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