doctor Bernard Nathanson era considerado “el rey del aborto” en Estados Unidos,
donde dirigía una de las clínicas que realizaba cada año miles de asesinatos de criaturas concebidas pero aún no nacidas. Pero a finales de
los años 1970, gracias al desarrollo de la ecografía, reconsideró su punto de vista, pues como él mismo lo dice: “Me di cuenta de que estaba matando bebés”, y se
convirtió en uno de los principales defensores del derecho a la vida de los que no han nacido todavía. Además
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lo hizo —como él mismo afirma—, no por una cuestión
religiosa, sino por el descubrimiento científico de lo que
significaba el aborto. En 1984, hizo el video El grito silencioso, que muestra la realización de un aborto a través de
una ecografía. En la descripción del video se observa cómo el niño, al percibir un objeto extraño y amenazante
que se acerca a él, se mueve, se repliega y busca escapar
con gestos de dolor ante el proceso de destrucción que
lo amenaza. El nombre de la película surge de una escena en la que el niño abre la boca como si estuviera dando
un grito, pero sin hacer ruido: un grito silencioso.
Pienso que así como el niño en el vientre materno percibe
cuando va a ser aniquilado y se “arrincona” como queriendo
huir del instrumento que entra a su santuario del útero materno (como se ve en el video), así mismo hay quienes, a causa de la
herida de no-ser, viven como arrinconados en las diversas elecciones de muerte que van tomando a lo largo de su vida.
Ese “arrinconarse” en actitud defensiva es el mecanismo de defensa y de supervivencia que surge de esa herida congénita, y genera comportamientos negativos que
la persona nutre inconscientemente a través de las diversas situaciones que la vida pone frente a ella, ante las
cuales con frecuencia toma elecciones de muerte.
Ahora bien, a pesar de lo grave que se ve la situación
de muchas de estas personas, Dios es amoroso y poderoso para concederles, con la ayuda de una sabia guía
espiritual y ayuda profesional, una sanación que, junto
a una conversión de corazón, les da una nueva concepción y un nacimiento en la edad adulta.