“La rubia que todos quieren, la rubia de categoría” es el título con el que Georgina García Tamargo, mejor conocida como Gina Romand, pasará a la historia del espectáculo mexicano en el que dejó un enorme vacío el pasado 3 de diciembre de este año, cuando falleció a causa de neumonía.

De origen cubano, Gina tuvo una extraordinaria carrera que comenzó a los 13 años, a contracorriente de los deseos de su padre, un diplomático de carrera afincado en México.

Una campaña publicitaria sin precedente en torno a una marca cervecera la convirtió años más tarde en todo un ícono de su generación.

Fue justamente en el mundo de la publicidad donde conoció a su esposo Salvador Varela, quien a la postre sería su productor teatral de cabecera, el más ferviente impulsor de su estrellato y el padre de sus tres hijos Francisco, Gabriel y Gina Varela.

Pero cuando la vida parecía sonreírle abiertamente, con una familia envidiable y una carrera en constante ascenso, Gina enfrentó una tragedia que estuvo a punto de sumirla por completo en el dolor y que en su momento relató a #PatiChapoy en una entrevista que hoy resulta por demás reveladora.

Un documento para la posteridad que da cuenta de su grandeza como artista, pero sobre todo de su enorme fortaleza personal y absoluta resiliencia… Porque nada es lo que parece.

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